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sábado, 30 de marzo de 2013
Indiferentes
Me la paso esperando y solo salgo con la intención de darte tiempo para que des señal, más aun cuando regreso todo sigue vacío y cuando me devuelvo al pasado no recuerdo la ultima vez que estuvo lleno. Allí se pierde mi deseo por vivir, allí se pierde el tiempo que recuento cada vez que miro la hora, allí mueren los valientes que nunca dijeron nada esperando un saludo, una felicitación, un regaño, un insulto; allí he muerto porque mi ego me ha traicionado, porque vivir en esta ciudad significa caer en la indiferencia por querer nacer sin reconocer al padre.
Pásate por encima si es lo que deseas, difiere mis letras, contradice mi pensamiento, pero hazme saber que existo porque la indiferencia es la que mata mi alma y me hunde en la melancolía.
Al terminar.
A través de los sueños he podido sentir lo que sentiría si llegase a pasar, es una calma y un llanto profano que no se demuestra pero me carcome, viendo cada alma que se acerca poco a poco al cuerpo que he dejado porque es deseado por ellas, es fantasioso y ellas lo quieren,pero yo, que ya he experimentado y lo conozco mejor que mis versos, solo me siento traicionado por lo que he vivido junto a él.
-Eso se llama ser posesivo mi amigo, estamos para vivir momentos de desenfreno, pasión, dolor, éxtasis y tú no res el único, ¿entonces por qué te sientes traicionado?
por la forma posesiva en que me criaron, pero el sueño de hoy me demostró que solo me traerá dolor.
Se libre cuerpo, se libre y piérdete de mi vista por si recaigo y te voy a buscar.
-Eso se llama ser posesivo mi amigo, estamos para vivir momentos de desenfreno, pasión, dolor, éxtasis y tú no res el único, ¿entonces por qué te sientes traicionado?
por la forma posesiva en que me criaron, pero el sueño de hoy me demostró que solo me traerá dolor.
Se libre cuerpo, se libre y piérdete de mi vista por si recaigo y te voy a buscar.
viernes, 29 de marzo de 2013
A la luz de la calle.
Tremenda-mente
asombroso y
tengo que
inmortalizar
a la luz de la calle
nuestra
aventura psicológica.
asombroso y
tengo que
inmortalizar
a la luz de la calle
nuestra
aventura psicológica.
lunes, 25 de marzo de 2013
La sangre llama. (relato)
Tengo un grato recuerdo de su nacimiento en vida.
Somos primos de toda la vida, hermanos de espíritu.
Somos primos de toda la vida, hermanos de espíritu.
Él fue mi novio en algún tiempo, lo veía como mi hermano mayor y trataba de imitar muchas cosas que él hacía.
El recuerdo más vivido que que tengo con él, fue una vez que llegue del colegio y en mi casa no había nadie, ni mi papá ni mi mamá que era la que mantenía allí. Decidí ir a la casa dónde él vivía, no era muy lejos así que baje 6 cuadras, una cuadra menos que mi edad. Llegue al local que se posaba en la entrada de la casa, era una panadería humilde que mi tía poseía, salude a mi tía y fue muy formal, me pregunto qué hacía yo a esas horas con uniforme en su casa, breve-mente yo le explique que nadie me había abierto en mi casa así que me había bajado solo, ella me dijo que pasara dónde el primo que ya me llevaba una sopa para que almorzara. Me fui caminando lentamente como si no conociera el recinto, temeroso de lo que me fuera a encontrar, pero allí estaba, sentado en la mesa redonda, gastada y coja, pintando con desenfreno a charizart, un pokemon o dibujo animado de la época. Me senté a su lado y no decía nada, solo dibujaba con gran pasión aquel impetuoso animal que reflejaba el carácter de su ser. Luego de acabar lo guardo y yo asombrado he impotente solo tuve el valor de decirle (wooo que nota), me toco y se metió debajo de su cama, yo por curiosidad y pensando que me había tocado con esa intención, también salte bajo la cama.
¡Hooooo sorpresa!, sin imaginarlo estaba en el país de las maravillas. En el rincón del fondo, habían 4 paquetes de papitas de limón, más adelante una bolsa con 2 churros y en el techo, una madera virgen que nos resguardaba de todo mal y peligro. Luego él se percato de que no había con que pasar la comida así que salio y fue a la panadería por 2 Tampicos al escondido. Su aspecto era inocente, gordito de tanto estar en aquel recinto sagrado de la comida y con los dientes de conejo más maravillosos que yo haya visto en mi vida, sonreí y comí papitas con tampico.
Es desalentador verlo hoy en día, pero a la misma vez es lo más hermoso que en mi mundo pudiese pasarme. Las drogas que la vida le a puesto a vivir son más amargas que las que consume, pero aun queda esa esperanza, aun lo visualizo en un futuro con aquella sonrisa de conejo saliendo de su rostro, emanando sin timidez el amor que aun le queda por el mundo en el que transita, emanando sin timidez la belleza que hoy anhelo.
(La sangre llama, si fuéramos hermanos estaríamos tocando juntos en la banda de punk) me dijo antes de despedirse.
(La sangre llama, si fuéramos hermanos estaríamos tocando juntos en la banda de punk) me dijo antes de despedirse.
martes, 19 de marzo de 2013
Al amor y un segundo.
Escritos van, escritos vienen, pero con vos se entretienen, quiero conocerlos todos para poder entretenerme clavarte mi ojos y entenderte, tratar de escribirte y no perderme en tu mirada ambigua que en recelo me mantiene y por ello, te enamoro todo el día, para que con tus pensamientos me guardes para siempre en los cofres reservados de tu mente, dónde idealizaciones juegan a perderte y yo me esmero en sostenerte así sea por un segundo frágil-mente, pero que en mi mundo nunca falte la noción de quererte.
lunes, 18 de marzo de 2013
Hoja sobre la mesa. (cuento)
¿Sobre qué puedo copiar? Quiero un tema llamativo, interesante de leer, que la gente se interese por el sin tener que hacer mucha publicidad ¿pero qué puede ser?, ¿amor?, ¿lujuria? Lo cotidiano ciertamente, pero ¿cómo asegurar que le guste a todos?
Ayer estuve hablando con un amigo sobre las relaciones que llevamos: amistades, pareja, los conocidos… Ahí hay historias, muchas historias, pero la gente vive sus propias historias ¿por qué habría de interesarse por mis historias?, bueno tal vez una historia podría nacer de como cae una hoja de un árbol y se postra sobre la mesa en la que estoy escribiendo, describir esa hoja sería algo interesante, decir que es verde pero a la vez seca, liviana, fragmentada por mini raíces como la vida; luego decir que el viento la manipula a su gusto y la pone en dónde le plazca, pero ¿por qué en mi mesa? ¿Por qué justo esa hoja cae en mi mesa?, seguramente vio como escribía y quiso ser parte de mi historia. Una hoja, una vida mil historias y todas caen sobre mí para que las retrate en mi memoria. ¿Cuántos árboles hay en el mundo? muchos ciertamente y cada uno deja caer miles de hojas durante la vida, sobresaturando la existencia de las hojas caídas, tal vez por eso el hombre se empeña tanto en talarlos. Tantas hojas no cabemos en el mundo.
Sigo sentado en la misma mesa, sigo viendo como caen las hojas, pero bajo ellas veo 2 niñas hermosas que caminan, tal vez son solo hermosas por las hojas que caen sobre ellas, el caso es que allí estaban; bajo la cabeza para escribir lo que veo y después de copiarlo subo la mirada pero ya no están, esas 2 hojas tenían que seguir su rumbo (me imagino y me consuelo) creo que acabo de contar una historia de amor sin quererlo.
Ahora me encuentro caminando, rosando con almas vagabundas que transitan un mismo espacio, algunas las conozco, otras las re conozco, otras me son indiferentes, no quiero ser antipático y por eso camino con una sonrisa (alguna vez leí que así se alegra el día de las demás personas) yo me lo creí y por eso lo práctico, pues me agrada ver sonreír la gente, verlas con máscaras finas de goce y felicidad, no me gusta ver a los que sufren, no me gusta ver aquellos que sin mascara andan por la vida porque los siento débiles, impotentes, marchitos, todos deberían ser como aquella hoja que cayó sobre mi mesa (verde pero a la vez seca) porque los problemas son solo problemas si tú lo ves así.
Lo he pensado todo el día y aun no se me ocurre sobre que escribir ni siquiera estando en mi cuarto, tal vez voy a fracasar como escritor por no pensar cosas que la gente quiere escuchar y entonces recordé que en una clase me habían enseñado el movimiento nadaista y había tenido la oportunidad de escuchar hablar sobre Gonzalo Arango, eso me gusto porque nos decían que el nadaísmo se basaba en la nada y ahí había ya encontrado sobre que escribir, la nada representaba el todo y el todo incluía mis historias, también me acorde que en el teatro el trueque acaban de montar una historia de Gonzalo Arango llamada Pasajero a Betania que hablaba sobre la vida de este personaje, en ese momento yo entendí que la gente quiere leer historias personales, ellos quieren adoptar una posición de chismoso para luego reflejar su propia vida en aquellas historias. Ya era oscuro y sentía calor por una tela que cubría el techo de mi habitación, pase 2 o 3 horas hablando con el crucifijo de mi cuarto sobre este tema y era raro porque se escondía por dentro de mi camisa, me decía que descansara ya, que no era mi culpa que se hubiese caído. Me levante, fui a mi cama, sentí mucho calor, la tela que estaba en el techo comenzó a bajar lentamente hasta arroparme por completo y al mismo tiempo cerré mis ojos. Abrí los ojos, mire el reloj y ya era las 10:26 am de la mañana nuevamente, el sol rompía con mi ventana alumbrando todo mi cuarto, me levante y salude a mi mamá, ella me pregunto porque me había dormido tan temprano ayer, no supe que responder así que decidí irme a bañar y organizarme para salir a vivir historias nuevamente.
Ayer estuve hablando con un amigo sobre las relaciones que llevamos: amistades, pareja, los conocidos… Ahí hay historias, muchas historias, pero la gente vive sus propias historias ¿por qué habría de interesarse por mis historias?, bueno tal vez una historia podría nacer de como cae una hoja de un árbol y se postra sobre la mesa en la que estoy escribiendo, describir esa hoja sería algo interesante, decir que es verde pero a la vez seca, liviana, fragmentada por mini raíces como la vida; luego decir que el viento la manipula a su gusto y la pone en dónde le plazca, pero ¿por qué en mi mesa? ¿Por qué justo esa hoja cae en mi mesa?, seguramente vio como escribía y quiso ser parte de mi historia. Una hoja, una vida mil historias y todas caen sobre mí para que las retrate en mi memoria. ¿Cuántos árboles hay en el mundo? muchos ciertamente y cada uno deja caer miles de hojas durante la vida, sobresaturando la existencia de las hojas caídas, tal vez por eso el hombre se empeña tanto en talarlos. Tantas hojas no cabemos en el mundo.
Sigo sentado en la misma mesa, sigo viendo como caen las hojas, pero bajo ellas veo 2 niñas hermosas que caminan, tal vez son solo hermosas por las hojas que caen sobre ellas, el caso es que allí estaban; bajo la cabeza para escribir lo que veo y después de copiarlo subo la mirada pero ya no están, esas 2 hojas tenían que seguir su rumbo (me imagino y me consuelo) creo que acabo de contar una historia de amor sin quererlo.
Ahora me encuentro caminando, rosando con almas vagabundas que transitan un mismo espacio, algunas las conozco, otras las re conozco, otras me son indiferentes, no quiero ser antipático y por eso camino con una sonrisa (alguna vez leí que así se alegra el día de las demás personas) yo me lo creí y por eso lo práctico, pues me agrada ver sonreír la gente, verlas con máscaras finas de goce y felicidad, no me gusta ver a los que sufren, no me gusta ver aquellos que sin mascara andan por la vida porque los siento débiles, impotentes, marchitos, todos deberían ser como aquella hoja que cayó sobre mi mesa (verde pero a la vez seca) porque los problemas son solo problemas si tú lo ves así.
Lo he pensado todo el día y aun no se me ocurre sobre que escribir ni siquiera estando en mi cuarto, tal vez voy a fracasar como escritor por no pensar cosas que la gente quiere escuchar y entonces recordé que en una clase me habían enseñado el movimiento nadaista y había tenido la oportunidad de escuchar hablar sobre Gonzalo Arango, eso me gusto porque nos decían que el nadaísmo se basaba en la nada y ahí había ya encontrado sobre que escribir, la nada representaba el todo y el todo incluía mis historias, también me acorde que en el teatro el trueque acaban de montar una historia de Gonzalo Arango llamada Pasajero a Betania que hablaba sobre la vida de este personaje, en ese momento yo entendí que la gente quiere leer historias personales, ellos quieren adoptar una posición de chismoso para luego reflejar su propia vida en aquellas historias. Ya era oscuro y sentía calor por una tela que cubría el techo de mi habitación, pase 2 o 3 horas hablando con el crucifijo de mi cuarto sobre este tema y era raro porque se escondía por dentro de mi camisa, me decía que descansara ya, que no era mi culpa que se hubiese caído. Me levante, fui a mi cama, sentí mucho calor, la tela que estaba en el techo comenzó a bajar lentamente hasta arroparme por completo y al mismo tiempo cerré mis ojos. Abrí los ojos, mire el reloj y ya era las 10:26 am de la mañana nuevamente, el sol rompía con mi ventana alumbrando todo mi cuarto, me levante y salude a mi mamá, ella me pregunto porque me había dormido tan temprano ayer, no supe que responder así que decidí irme a bañar y organizarme para salir a vivir historias nuevamente.
Bajo el árbol. (cuento)
¡No hay forma
de entenderte!, estoy contigo y no te gusta, me rio de ti y te molesta, no digo
nada y me ignoras, busco estar solo y me extrañas, no me extrañas y no me
importa ¿qué nos pasa?
-No lo sé, es que me molesta no creer
-¿Qué no crees? Acaso, ¿te doy motivos
para dudar?
-¡Claro que no! Solo que a veces pienso que no te merezco
-Aaaa es eso ¡te gusta alguien más!
-¡Nooo! Yo te amo, pero me cuesta confiar en mí
-¿En ti o en mí?
-En los dos. Mira, en este momento no
se lo que quiero.
Después de
eso, decidí quedarme callado, coger mi bolso y seguir mi camino.
Iba tarde
para clase de taller y tenía entrega de un afiche el cual la profe nos había
puesto a realizar para un evento de San Valentín criollo. Con el dolor
casi físico sentía que todos miraban a
ver que me pasaba, no levante la mirada. Pedí un tinto y media cajetilla de
cigarrillos, me senté en un kiosco a mirar la gente y pensar en ella.
Llegué a
clase de métodos, recuerdo sentarme en la última silla para no ser molestado, pensé que era absurdo todo lo que había llegado a sentir, ciertamente fue un
momento pos-dramático en mi vida y no entendía cuál era el sentido de lo
que pasaba, pero no podía ocultar lo que
sentía. Miré fijamente por la ventana y noté que las flores de un árbol de
guayacán caían, una a una el viento se encargaba de hacerlas caer. Todo cumple
un ciclo pensé, es necesario morir; todos los días las 24 horas del día hay
personas que mueren, familias que mueren, empresas que mueren, flores que
mueren o que bien que caen de un árbol, cortando la relación con quien
pasaron tanto tiempo y lo acepto, esta vez fue mi turno de morir y caer de aquel árbol amarillo.
-Santiago ¿qué te pasa?
Volteé a ver
y como si tuviera el poder de controlar el tiempo, la bese y le dije:
-Solo me distraje viendo pelear un par
de novios bajo el árbol en el que nos conocimos.
-¿crees que ellos piensen en el
futuro?
-¡No¡ nadie piensa en el futuro hoy en
día y solo se preocupan por el ahora
-¿crees que pensamos mucho en nuestro
futuro?
Santiago y
Salome, ¿pueden contarle al grupo de lo que hablan?, puede que a ellos les
interese más su historia que el contenido de clase
-Claro profesor, hablábamos de nuestro
futuro que está atravesado por nuestro presente, eso incluye esta clase y esta
conversación.
Creo que si
su futuro es tan importante podrían hablarlo fuera del salón.
-Claro que no profe, afuera no
tendríamos el mismo punto de vista que nos brinda aquel guayacán que sobresale
en la ventana
Bueno, y ¿por qué no bajan a él?
-Gracias profe, pero creo que aún no
es tiempo de cerrar el ciclo
- ¿De qué ciclo hablas Santiago?
Bueno ya
basta, no más de tus absurdos comentarios, es increíble que tenga que parar la
clase para que ustedes dos arreglen sus problemas conyugales
-Santiago, necesito que hablemos de
esto ahora
-ok, bajemos al árbol si es lo que
quieres.
Salimos del
salón y no cruzamos mirada, no hubo besos, no hubo caricias y rápidamente sentí
como me desprendía del árbol, solo quise pensar las cosas buenas que traería
morir:
·
luego
de muerto el cuerpo fertiliza la tierra
·
las
flores sirven de refugio a los insectos
·
los
perros pueden hacer sus necesidades en un jardín con decoración floral en
primavera
Que absurdo
me sentía.
Estábamos ya ahí,
sentía una fuerte corriente de lívido llenando el lugar, era como si me
deleitara con lo que acontecía, pero, ella hablo.
- Santiago, no quiero que tú lo hagas y
por eso tomare la iniciativa
Conque
así se siente desprenderse de quien te
dio vida dentro de tu vida, pensé y luego dije con una vos un poco pasiva y
alegre.
-Hoy este árbol ha sido testigo de más
muertes que los tenderos de la comuna 13. Yo solo espero estar acá parado el
día en que mi viejo amigo florezca de nuevo.
No hay una cuchara.
No hay una cuchara ni mil cucharas que repartan una sopa ni mil sopas.
En el Poblado-Medellín, sentado en las mesas de un super-mercado que queda por la 10, es inevitable escuchar las conversaciones que se dan entre los pudientes rebeldes que pasan a tomarse 2 tintos y un tabaco, empezando así la negociación del arriendo de dicho local que dispone de una docena de empleados creyentes y encargados de nutrir la economía de la que estos 2 personajes hablan.
Ya es vicio mio no cerrar los oídos a discusiones ajenas, soy un entrometido y esclavo de las conversaciones que nutren mi mente sin importar su contenido.
Acaba de arrimar un hombre de la calle con intención de venderme una cartuchera; minutos antes, el mismo hombre había venido a pedirme algo de comer. La cartuchera estaba llena de lapices y esferos, que a simple vista dejan ver la forma en que fue obtenida, sucia, gastada, un robo o un encuentro casual del cual este hombre pretende obtener $3.000 pesos o pesitos utilizando aquel diminutivo que su boca pronunciaba porque su mente no sabia realmente la magnitud del dinero.
No pretendo ser Robin Hood, pero me queda un sin sabor al ver como sentado en una mesa cualquiera, transcurren 2 cosas tan extremas. Escuchar un hombre que negocia $9.000.000 de arriendo y otro hombre que negocia $3.000 por hambre, me hace preguntar el motivo por el cual un hombre negocia $9.000.000 ¿Sera por comida también?.Aun no comprendo la dimensión de las cucharas que ha cada hombre le toca en la vida para recoger esa sopa que a todos nos toca por derecho en este país.
Mujer bandida.
Te has levantado mirándote al espejo buscando esa maravilla que todos celebran hoy de ti, no logras saber por qué tanta algarabía, si es solo un día más en el que tu mirada seductora atacara inmortalmente a todos aquellos que se atrevan a invadirte con un desliz. Rosas, chocolates, comida, solo sabes que hoy todo es permitido y que mañana todo volverá a la normalidad, solo sabes que por cultura y descarte hoy no seras el ente que vaga solo por las calles, hoy hay algo más, hoy la gente se percata de tu existencia, hoy la gente se motiva por hacerte sentir bien y eso te gusta mujer bandida, te gusta que te admiren y gocen con tu presencia, pero no te has dado cuenta que eso pasa todos los días bajo la mirada ajena, los ojos que te ven el resto del año sienten lo mismo que los miles que hoy te observan, solo que en secreto y modestia.
Siéntete bella, admirada y querida, porque lo vales, porque ni debajo ni por encima de este mundo se podrá encontrar tanta perfección. Mujer.
Despecho de un olvido.
Te miro ciegamente y me percato que estás a mi lado, te siento físicamente como la distancia que abruma las preocupaciones en mi ser, no te conozco y no creo que te vaya a conocer, pues solo aceptar que me gustas intimida mis miedos y oculta mis indicios bohemios de adolorido traidor que imagina las fantasías más absurdas a la razón y más deseadas por la perversión. No creo poder superar esto que siento, pues, cada vez que te veo más deseoso me siento y conocerte seria una explosión en mi vida que no me permitiría. Tocando mis ojos vuelvo y despierto y con el mismo deseo te busco en el mundo que con anhelo camino y con recelo me niego.
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